Mi visita al Muncyt

Cabina del Boeing 747

Hoy por la mañana me he pasado por el Muncyt. Ya desde primera hora había una cola importante y en ella, muchos padres con sus hijos. De hecho, creo que el museo puede llegar a adaptarse muy bien a los alumnos, siempre y cuando se lleven a cabo visitas guiadas y talleres. Me imagino que será así y en este museo hay piezas que pueden resultar altamente atractivas desde el punto de vista pedagógico: máquinas de escribir y cifrado, las primeras calculadoras, el primer ordenador que llegó a España, la linterna que perteneció a la Torre de Hércules, una pianola, un proyector de cine, la cabina del Boeing 747 que transportó el Guernica...

Decir que, en mi opinión, el diseño del edificio sin llegar a ser espectacular se ajusta muy bien a todo aquello que alberga, mucha luz natural y oscuridad y luz cálida cuando las piezas lo requieren. El museo, que en un primer momento, puede resultar algo laberíntico, cuenta con una línea azul que pasa por el suelo, las paredes e incluso el techo que consigue guiarnos de una forma muy fresca y original. 

Linterna de la Torre de Hércules

Aunque no todo son buenas palabras, hay dos cuestiones que me preocupan. La primera es que espero que contraten guías que puedan aportarnos información, puesto que sólo vi una (en el Boeing) y no sólo azafatos y azafatas. La segunda, que me topé con un hecho muy curioso y es que, los letreros de las piezas del museo contenían información bastante vaga en muchos casos, pero lo peor es que cuando esperas encontrarte con la misma información en español, gallego e inglés, te quedas de piedra cuando ves que un texto ha sido dividido en tres partes, la primera en español, la segunda en gallega y la tercera, en la que se suele hacer referencia únicamente a aspectos anecdóticos, en inglés. ¿Se puede saber a qué responde esto? Francamente, espero que modifiquen, lo que para mí es un enorme error. No sé la impresión que puede llevarse alguien que no conozca nuestra lengua... ¡Pero démosle una oportunidad, que  aún está todo en el aire!

Lo que para mí supuso todo un descubrimiento fue "el primer e-book": el libro mecánico, creado por la maestra Ángela Ruiz Robles ¡en el 49!, con tres objetivos: aligerar el peso de las mochilas, hacer más atractivo el aprendizaje y adaptarse al nivel de cada alumno. Servía para la lectoescritura, la numeración y el cálculo, tenía luz para poder leer en la oscuridad e incluso contaba con la posibilidad de incorporar sonido a las explicaciones. 

 

¡Sencillamente impresionante!