Inauguro nueva sección, "La Bibliotija", y como no podía ser de otra manera, lo hago con lo que para mí es el libro que más recuerdos me trae de la infancia. Nadie sabe las veces que lo leí, disfrutándolo a solas o compartiéndolo en voz alta con mi hermano. Sé que hay nuevas ediciones con presentaciones más actuales y dibujos del maravilloso Quentin Blake, pero ésta es la portada que yo conocí.
Roald Dahl para mí es el autor clásico por excelencia, pienso que hay una serie de libros, entre los que se encuentra Charlie y la fábrica de chocolate, que deberían encontrarse en todas las estanterías de las casas en las que haya un niño. Dahl conservaba esa maravillosa y fantasiosa mente infantil y al mismo tiempo, era capaz de dotar a obras como ésta de una crítica feroz sobre el comportamiento humano.
"El dueño de la fábrica de chocolate Wonka ha escondido cinco billetes dorados en sus chocolatinas. Esos billtetes permitirán, a quienes los encuentren, entrar en la misteriosa fábrica. Charlie quiere ser uno de esos niños, pero ¿cómo hará para obtener un billete dorado? ¿Cuál es el verdadero propósito del señor Wonka?" (fragmento de Prisa Ediciones).
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