El modo en que empleamos el lenguaje resulta vital para el niño, para bien o para mal. Por ello, somos un modelo a seguir.
Para que este modelo sea positivo debemos de emplear el lenguaje de modo que pongamos a su disposición un recipiente en el que el niño amolde un lenguaje rico y un habla correcta. Sobre todo para familiares de los niños, he aquí lo que, con la ayuda del "Manual de logopedia" de Gallardo y Gallego, he recopilado y he bautizado como "El decálogo del buen hablante":
Para que este modelo sea positivo debemos de emplear el lenguaje de modo que pongamos a su disposición un recipiente en el que el niño amolde un lenguaje rico y un habla correcta. Sobre todo para familiares de los niños, he aquí lo que, con la ayuda del "Manual de logopedia" de Gallardo y Gallego, he recopilado y he bautizado como "El decálogo del buen hablante":
1.Hablarle frecuentemente, sin excesiva rapidez y con una intensidad normal.
2.No llamarlo ni hablarle desde lejos.
3.No permitirle que grite, si lo hace indicarle que calle y que lo repita con voz normal.
4.Procurar que respire por la nariz, con un tipo de respiración abdominal.
5.Enriquecer su vocabulario, contándole hechos y explicándole imágenes.
6.Hablar con tranquilidad, articulando correctamente.
7.No hacerle repetir de manera insistente.
8.Evitar las burlas por su habla y situaciones de tensión en casa.
9.Alejarse de actitudes sobreprotectoras, demostrándole cariño y comprensión.
10.Animarlo a que repita poesías, canciones, juegos de ritmo... junto con otros niños.
Próximamente haré una entrada acerca de este tema.
ResponderEliminarLa publicación de cometarios me está dando problemas.
La lagartija.