Aquel malvado y digno Drácula... ¡Por fin alguien pone palabras a algo que me lleva rondando desde hace un tiempo! Y claro, tuvo que ser Reverte. Os dejo aquí algunas perlas para que os entren las ganas de leer todo el artículo.
[...] transformar en figuras adorables a todos los personajes que tradicional y universalmente han venido siendo claves para encarnar el mal en la imaginación de los hombres, en las fábulas, relatos y ejemplos con los que nutrimos el imaginario de niños y jóvenes, es escamotear referencias útiles, símbolos necesarios para identificar el mundo que los aguarda, y para sobrevivir en él.[...]
[...] A ver cómo van a enfrentarse después a la vida y sus brutalidades unos chicos educados en la idea perversa de que todo lo real o imaginado es bueno, o puede serlo. De que el bien siempre triunfa, los pajaritos cantan y el mal se disuelve bajo la luz de la verdad, el amor y la razón.[...]
[...] En la educación de un niño, la figura del malvado, la certeza de su negra amenaza, es incluso más necesaria que la del héroe.
Gracias, Reverte.
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