domingo, 17 de marzo de 2019

Es carnaval en Frío de Janerio

Aquí tenéis las creaciones sobre Frío de Janeiro más votadas por vosotros. ¡Tenemos poesía, narrativa e incluso algo de periodismo!


FRÍO DE JANEIRO EN CARNAVAL
Cuando todos están festejando,
Rex dice: no pando.

Cuando todos comen,
dice Manolo: ahora las olas rompen.

Cuando todos estamos disfrazados,
dice Turbo: nunca estamos enfadados.

Y así son los carnavales
en Frío de Janeiro, ¡bestiales!

Pareado de Álex.

(Sin título)
Casa de Dinoescopeta lo peta.
A Noa le gusta la carpeta.
Raquel disfruta del carnaval.
Nosotros nos portamos mal.
Alberto se porta genial.
Vamos a ver qué tal...
Ángela tiene muchos disfraces.
Los niños de Alba tienen antifaces.

Acróstico de Xabi.

EL HUEVO HELADO
En Frío de Janeiro eran carnavales y la gente estaba preparándolo todo para celebrarlo. Unos trabajaban en una cosa, otros en otra y siempre se ayudaban entre sí. Todo estaba quedando bien: los farolillos, los disfraces, las carrozas... ¡Todo quedaba de maravilla!
Turbo se dio cuenta de que faltaba el huevo helado y llamó a Dinoescopeta, Luna y Manolo para que le acompañaran a por el huevo helado.
Ya casi habían llegado a las montañas cuando iba a caer, de la montaña, un trozo enorme de hielo encima de Turbo. Turbo se apartó y consiguió salvarse. Cuando ya estaban casi en la cima se dieron cuenta de que el suelo era muy resbaladizo. Pero Luna traía patines para todo el mundo, lo atravesaron y aprendieron a patinar.
Y ahí estaba el dragón helado, con el dragón helado. Dinoescopeta lo iba a aturdir pero Manolo le dijo que no porque estaba herido. Luna lo curó y el dragón les confió el huevo. En el camino, para volver, había demasiado hielo.
Entonces, Dinoescopeta disparó y el camino ahora era un tobogán por el que volvieron todos a casa.
Y colorín colorado,
este carnaval queda encantado.

Narración de Mateo P.

OTRA PERSONA MÁS EN LA CASA ¡NO!
El día de carnaval en Frío de Janeiro, Dalia salió a recoger el periódico. Luna la vio y le dijo:
- ¿Por qué coges el periódico? ¡Si nunca lo haces!
- Porque hoy es carnaval. Y siempre hay algo de concursos, el mejor disfraz...-dijo Dalia.
En ese momento Dalia se fue adentro, se sentó en el sillón y empezó a leer títulos: Fantasmas de coliflor, Ladrón falso, Vampiros caminando por la ciudad...
"Espera, ¿Queeeeé? ¿No seré yo?" -pensó Dalia y se puso a leer:
Una vampiresa de piel morada, ojos rojos y pelo negro...
"¡Oh, no, soy yo!" -siguió pensando Dalia y continuó leyendo:
No aparentaba tener más de dos años.
"¡No! ¡es mi hermana" -dedujo Dalia y se fue a la ciudad mientras se maquillaba de humana para que no la reconocieran.
Cuando llegó y vio a su hermana se escondió en un callejón y atrajo su atención con una piedra. Tuvo suerte y lo consiguió.
Cuando pudo cogerla en brazos la maquilló y cuando acabó salió corriendo hacia Frío de Janeiro. Cuando Luna y Ámbar la vieron, preguntaron:
- ¿Se va a quedar?
- Pues no la voy a abandonar -respondió Dalia.
- ¡Pero necesitamos cosas! -protestó Luna. -¡Y tendremos que ir a la ciudad! -continuó escandalizada.
- Pues iremos -dijo Dalia firme y segura, mientras pensaba: "ay, la que vamos a liar..."
- Bueno... pero antes vamos a maquillarte como es debido -dijo Luna.
Después del buen rato que había pasado Luna y el malo de Dalia, se fueron a la ciudad. Después de elegir todo tipo de trastos y cachivaches llegaron a casa molidas. (Ahhh... es verdad... en la descripción de Dalia se me olvidó decir que odia las compras). Colocaron todo, Dalia echó a dormir a su hermana y después se metió en la cama a la una de la tarde.
Y colorín colorado, 
sólo entrar de invitado.

Narración con alusión periodística de Saray.


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